Los BRICS y su influencia en la geopolítica global

22 de mayo 2023

 

Probablemente, si pensamos en la palabra ‘BRICS’, nos vengan a la mente términos ingleses que traduciríamos como “ladrillos”, o un tipo de envase.

Sin embargo, las siglas BRICS se refieren a las primeras letras de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, cinco países que conforman las economías emergentes que mayor relevancia están adquiriendo en los últimos años.

Pero, vamos por partes, ¿Qué es una economía emergente?

Se denomina “economías o mercados emergentes” a aquellos países y regiones que están experimentando un rápido crecimiento económico, pero aún no han alcanzado el nivel de desarrollo de las economías más avanzadas.

Estas, a menudo, cuentan con un gran potencial de crecimiento debido a factores como su población joven, una gran riqueza en recursos naturales o su posición geográfica estratégica.

En cuanto a cifras, se cree que los países que componen los BRICS podrían aglutinar el 42% de la población mundial y el 25% del PIB global. Si bien es cierto que estos datos son difíciles de comprobar, nos permiten hacernos una idea de la importancia de, recordemos, tan sólo 5 países.

Ciertas fuentes, entre ellas la cadena de televisión rusa Russia Today, afirman que los BRICS recientemente habrían superado al mismísimo G7 en influencia económica, al representar un porcentaje mayor del PIB mundial.

Veamos, país por país, cuáles son estas economías:

Brasil, economía más grande de América Latina, es líder en la producción de materias primas, como la soja, el azúcar, el trigo o el café.

Rusia es uno de los países cuya economía más se ha resentido en los últimos años a causa de las sanciones impuestas por el G-7 o la Unión Europea como consecuencia de la invasión de Ucrania. Sin embargo, su potencial es incuestionable como productor de materias primas o combustibles.

India ha experimentado un rápido crecimiento económico y poblacional en los últimos años. Fuentes afirman que habría desbancado a China como país más poblado del mundo. Sus principales sectores son la tecnología, los textiles o los químicos.

China es la principal potencia de los BRICS, actor clave en la economía mundial. Ha mantenido un ritmo de crecimiento constante durante las últimas décadas y se estima que podría representar un 18% del PIB mundial. Es el mayor exportador del mundo.

Sudáfrica es el país más pequeño de los BRICS, tanto en términos de población como de economía. Su actividad industrial se basa, principalmente, en la minería, la agricultura, las manufacturas o los servicios financieros.

Es la principal potencia del continente africano.

Sin embargo, el creciente poder de los BRICS, no es intocable; y en los últimos años se ha visto afectado por determinados factores, como la invasión rusa de Ucrania (con las respectivas sanciones hacia Moscú) o las tensiones políticas de China con potencias de Occidente que, parece ser, estarían mermando su importancia como principal fabricante mundial.

Si bien es cierto que los BRICS han adquirido una creciente relevancia durante los últimos años gracias a su rápido crecimiento y potencial, no podemos obviar que están expuestos a una serie de incertidumbres.

Situaciones como la invasión de Ucrania por parte de Rusia; o la inestabilidad de China nos recuerdan que las economías emergentes, a menudo, deben enfrentarse a desafíos como la desigualdad, la corrupción o la falta de transparencia.

Los BRICS se muestran atractivos a los ojos de inversores y de la comunidad internacional, pero no son los únicos países con un futuro económico y político prometedor: México, Indonesia, Turquía o Corea del Sur también tienen un gran potencial. 

¿Veremos en los próximos años una “competencia” entre las economías emergentes?