Castilla y León tiene que conseguir los retos pendientes para evitar la despoblación y seguir creciendo
Tras casi dos años de pandemia, y pese a que parece que ya vemos la luz al final del túnel, desde UGT Castilla y León creemos que la situación tiene todavía un elevado grado de incertidumbre e invita a ser prudentes en las proyecciones.
En los próximos meses habrá vaivenes en el contexto de la recuperación. No se puede descartar un nuevo revés de la pandemia. Las tensiones en los suministros, en los sistemas de transporte de mercancías y en la energía pueden prolongarse en 2022. Y la mayor o menor persistencia de la inflación influirá en las tasas de crecimiento y de creación de empleo.
Si queremos entender la actual situación de nuestra región, hay que recordar además que cuando irrumpe la Covid-19 en Castilla y León todavía teníamos casi 100.000 trabajadores ocupados menos que antes de la Gran Recesión (véase EPA, primer trimestre 2008 y 2020). Y con un nivel de precariedad muy alto, por encima incluso de la media nacional.
Actualmente seguimos con unos elevados porcentajes de parados de larga duración -uno de cada tres lleva más de dos años en paro y casi la mitad más de un año-, de parcialidad y subempleo, especialmente entre los jóvenes y las mujeres, y de temporalidad tanto en el sector privado como en el sector público.
Con la pandemia las condiciones laborales se vieron totalmente modificadas. Las buenas noticias han venido de la mano de las medidas aplicadas en 2020 y 2021 para que no se derrumbara la actividad económica. Los ERTEs y las ayudas a empresas han evitado lo peor. Y la suspensión de las reglas fiscales y la adopción desde Europa de un Plan de Recuperación han supuesto una enorme diferencia respecto a las medidas austericidas que se tomaron en la crisis de 2008 a 2013.
Precisamente los nuevos fondos Next Generation que llegan de Europa son una oportunidad que no debemos desaprovechar. Desde UGT llevamos años insistiendo en la necesidad de cambiar nuestro modelo productivo para ganar competitividad y generar empleo estable y de calidad en Castilla y León. Estos fondos deben ayudarnos a modernizarlo a través de la transformación digital y la asunción del reto de sostenibilidad medioambiental a la que obliga la transición ecológica y el Pacto verde europeo.
Para que la economía regional dé este salto y no hablemos de todo esto como si fuera realismo mágico necesitamos que la Administración Regional y la gran mayoría de microempresas y pymes de Castilla y León de todos los sectores y ramas de actividad se involucren. Que Big Data, Robótica, 5G, Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, Conectividad, Cloud Computing, E-Commerce, Impresión 3D o Ciberseguridad sean tecnologías que no solo usen las grandes empresas para ser más productivas, competitivas y eficientes, sino que sus beneficios se extiendan al conjunto de la sociedad, ayudando a la necesaria cohesión social y territorial de nuestra región.
Pero más allá de alegatos sobre lo que nos traerá esa doble transición, la digital y la ecológica, con la robotización de muchos procesos industriales y la entrada de la inteligencia artificial en el funcionamiento de las empresas, hay que pensar en la formación necesaria de los trabajadores, en el reparto del trabajo y en las nuevas formas que serán necesarias en el mercado laboral de los próximos años.
El cambio sistémico y disruptivo al que nos vemos abocados, sumado a las especiales características sociodemográficas de nuestra región, requieren políticas para preparar y retener en nuestro territorio a los jóvenes. El nuevo modelo productivo que queremos desde UGT -y que debe servir para transformar la situación socioeconómica y laboral de la región- tiene que llevar aparejada la creación de empleo de calidad, reduciendo la precariedad con una menor temporalidad y unos mayores salarios. Y para ello a los trabajadores se les debe proporcionar una mejor cualificación, adaptada a las nuevas necesidades que se abren. Por eso, entendemos que formación y empleo deberán ir de la mano para que no sigamos perdiendo población y talento como sucede hasta ahora.
Faustino Temprano Vergara
Segretario General UGT Castilla y León