Castilla y León, potencia agroalimentaria también en exportación

En tiempos se hablaba de Castilla y León como “el granero de España”. Hoy, en una Europa y un planeta conectado, los mercados traspasan las fronteras nacionales, y la prueba son las cotizaciones del cereal, que se marcan muy lejos de nuestros campos. Una herramienta tan básica para el agricultor como es el tractor, casi en su totalidad se fabrica en otros países, por no hablar del input que más ha desequilibrado la rentabilidad de las explotaciones en los últimos meses: el fertilizante, procedente en gran parte de Ucrania y Rusia.

En ese tablero internacional, Castilla y León también tiene sus cartas, y debe saber jugarlas bien, porque a nuestra comunidad autónoma no le sobran triunfos. Tenemos tierra y tenemos cultura agraria y ganadera, tenemos espacio para producir y conocimiento para hacerlo muy bien, como prueba el buen posicionamiento de nuestros productos en otros mercados. Si en algo superamos a Madrid no es en población, ni en industrias tecnológicas. Producimos alimentos, y en las grandes ciudades no. Sin embargo, hay algunos lastres que quizás no estén permitiendo ese desarrollo pleno de nuestro potencial.

Hay datos muy positivos que prueban la fortaleza de nuestro sector agroalimentario. Las exportaciones de Castilla y León fueron en 2021, el último año recogido en estadísticas, de 2715 millones de euros, lo que representa un 17% de las exportaciones regionales, seis puntos más que hace cinco años, lo que prueba que van en ascenso. En el ranking nacional, Castilla y León es la octava, con el 5% de las ventas españolas de alimentos en el exterior. No tenemos las producciones típicas de la exportación española, como el aceite o las frutas y hortalizas, pero estamos ahí, y creciendo. Por sectores, casi la tercera de las exportaciones de Castilla y León corresponde a productos cárnicos, y dentro de este apartado sobresale y casi dobla al resto la carne porcina, seguida por la carne bovina, jamón y embutidos y carne ovina. Detrás, en segundo lugar, un 15% de nuestras exportaciones, están las bebidas, principalmente el vino, también doblando las exportaciones de los últimos seis años. El tercer puesto sería para los cereales y sus preparaciones, un 12% de lo exportado, seguido por lácteos, huevos y miel. Entre estos cuatro grupos de alimentos suponen el 65% de las exportaciones agroalimentarias de Castilla y León.

Una imagen ilustrativa de nuestro potencial es que el superávit de la balanza agroalimentaria no deja de crecer en los últimos años, gracias al incremento de las exportaciones, que suponen más del doble de valor que las importaciones. Este progresivo fortalecimiento de la posición de Castilla y león en el exterior no se frenó durante la pandemia, por el contrario, se afianzó. Un sector que, ni en los peores momentos de la pandemia, faltó a su deber de abastecer de alimentos al consumidor, nacional e internacional.

A veces somos nosotros los que menos valoramos lo nuestro. Un dato curioso es, pese a lo que pudiera parecer, en 2021 Castilla y León exportó alimentos por valor de 378 millones de euros a Francia (nuestro primer cliente fue Portugal, con 610 millones de valor). Nosotros importamos del país galo productos por mucho menos valor, 235 millones, y 175 millones del luso. Castilla y León puede competir de igual a igual con otras áreas geográficas que antes envidiábamos.

Hay que ajustar todavía más esa balanza, porque no tiene sentido que nuestra industria agroalimentaria recurra a la importación cuando hablamos de productos que se dan aquí. No tiene sentido, por ejemplo, que estemos importando patatas, o queso, cuando somos la primera región productora de España de ambas materias primas. Hay un trabajo por hacer en ese sentido, en especial a la Junta, para que ese valor añadido se quede aquí.

El sector cárnico es la punta de lanza, y la experiencia del retroceso de la demanda de China nos ha enseñado que es fundamental ampliar mercados, mantener los que ya están y trabajar para abrir otros nuevos. En ese punto es clave la labor de las administraciones, tanto para facilitar todos los trámites y autorizaciones, como para aglutinar las en general pequeñas empresas agroalimentarias de nuestra tierra, y así poder promocionar de forma conjunta nuestros alimentos. Fuera, contamos con el paraguas grande de España, referencia alimentaria mundial, y además desde Castilla y León podemos añadir el corazón amarillo de Tierra de Sabor.

Pero todo esto no será posible si el primer eslabón, el agricultor y el ganadero, no percibe la compensación justa por su trabajo. Para atender el mercado exportador, hay que trabajar en volumen, calidad y continuidad. Del otro lado tiene que haber explotaciones bien dimensionadas, sostenibles medioambiental y económicamente. El momento actual es delicado, marcado por el incremento de costes de producción arrastrado desde hace tiempo, pero redoblado desde el estallido de la guerra en Ucrania. Costes que dejan muy comprometida la rentabilidad del sector. Y en perspectiva, llega la nueva PAC, una PAC gestada hace un lustro, que fija condiciones complejas que limitarán la producción e implicarán mayores costes medioambientales. Competidores nuestros ya prevén una reducción de la capacidad productiva europea, y prevén copar mercados que son nuestros, fuera de nuestras fronteras e incluso dentro, si se lo permitimos.

Un exceso de regulación puede debilitar el motor al pujante sector agroalimentario de Castilla y León. No deja de ser significativo que en productos que somos excedentarios en nuestro país, como el vino, la carne, las frutas o los forrajes logremos exportar y conseguir mejores precios, mientras que en otras producciones en las que somos deficitarios, como la leche, el azúcar, la patata o las legumbres, tengamos precios mínimos que desalientan más aún la producción nacional, y no solo no permiten exportar, sino que limitan nuestro autoabastecimiento. Y eso es algo que no podemos permitir, porque sería desperdiciar el potencial de nuestra Comunidad Autónoma.

 

Donaciano Dujo Caminero 

Presidente de ASAJA de Castilla y León

 

20/12/2022